Últimamente las siglas UX aparecen por todos lados. Presten atención, porque el UX no solo es uno de esos conceptos tecnológicos de “moda” que se ha colado dentro del lenguaje cotidiano, si no que va camino de imponerse en el lenguaje profesional de todas las disciplinas.
¿Cómo empezó todo?
El concepto de experiencia de usuario (UX) fue creado y perfeccionado dentro del campo de las páginas web y desarrollos informáticos dirigidos al gran público. Pero ha llegado a tener tanto éxito que se está extendiendo a otros campos fuera del mundo digital. Y podemos aventurar que en un futuro, allí donde haya un usuario, habrá quien analice el UX para ser más competitivo.
UX, experiencia de usuario (User eXperience).
La UX busca una interacción con el usuario de tal manera que le proporcione una experiencia satisfactoria durante y después de realizar acciones con dispositivos tecnológicos. Esa experiencia satisfactoria se ha buscado a lo largo de las últimas décadas, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha podido, al fin, acotar el campo de estudio con precisión y encontrar las herramientas adecuadas para su consecución.
La experiencia de usuario es el conjunto de todos los procesos utilizados para llevar a cabo ese objetivo:
- Análisis funcional y estudio de las necesidades del usuario
- Definición de los objetivos de la herramienta
- Creación del entorno de usuario
- Diseño de la interfaz
Así pues, el usuario es la pieza fundamental, todo está centrado en él.
„la experiencia de usuario trata de analizar el comportamiento del usuario para anticipar una experiencia gratificante“
¿Cómo interviene la Ux en nuestros diseños y desarrollos?
Si bien es cierto que hay una combinación de metodología e intuición, que un diseñador con experiencia puede plasmar en sus propuestas, no hay una ciencia exacta que pueda predecir con precisión si una página va a alcanzar los objetivos que nos hayamos marcado. Por ello las mediciones son tan importantes. Porque una vez tengamos desarrollada una nueva interfaz, debemos testar con usuarios reales, obtener resultados y realizar las consiguientes mejoras en nuestro diseño. Ello significa que para realizar un buen diseño, que sea innovador y no esté inspirado en otras páginas o productos existentes, es necesario invertir bastantes recursos, en ocasiones solo al alcance de las compañías más grandes.
El factor humano
Tal como hemos dicho, hay tres factores determinantes a la hora de realizar una buena interfaz que ofrezca una gratificante experiencia de usuario: metodología, experiencia y medición. ¡Pero aun hay más! Tenemos buenas noticias para los soñadores, porque no todo está escrito dentro del Ux. Como pasa con otros aspectos en los que interviene el ser humano, hay dos factores que juegan también un papel importante y que aun requieren de personas con sensibilidad: la emoción y la creatividad. Así pues, el factor humano es determinante par realizar un buen diseño que proporcione una buena experiencia.